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CÓDIGOS IDENTITARIOS
Por María Eugenia Sevilla.
Galería La Miscelánea, CDMX, 2010. Hoja de sala.
Experiencia de expediente, sujeto de RFC, identidad sustituida por un código de barras o una huella digital digitalizada… La información de archivo, como territorio existencial, se despliega en una dimensión ético-ontológica cuyo cuestionamiento ha sido una constante en el trabajo de Magdalena Martínez Franco. El folder como la nueva casa del ser, cuyo peso determina el pasado y el futuro de la persona, su existencia –o no– en el sistema de la sociedad de masas.
En la manipulación de la materialidad y el volumen de este objeto simbólico –reminiscencia kafkiana del siglo XX–, la artista encuentra la estrategia estética para materializar el peso de elementos virtuales como el código de barras, el microcircuito, el cromosoma o el RFC, signos que al tiempo que dotan de identidad, la nulifican. Son éstos receptáculos de una memoria ordenada a partir de un código cuya arbitrariedad fundamental discrimina informaciones de la historia personal y construye una identidad vacía de lo que el individuo al que se refiere, es.
Así vaciado en la abstracción de un signo, el sujeto disuelto comporta mayor legitimidad dentro del sistema que la persona en sí. Como instrumento de control, el rastro codificado se erige no sólo en lugar de la persona, sino por encima de ella: la clasifica, la ubica, la define.
En esta muestra Martínez Franco desarrolla lo que en 2004 inició con Expedientes, instalación conformada por una pila de folders de archivo confeccionados en madera, en los que aparecían estos signos identitarios, que han sido motivos recurrentes en su reflexión sobre la construcción de la memoria y la identidad en la sociedad contemporánea.