OBRA
A la deriva…
En el mecanismo de la supervivencia humana, la migración es la puesta en marcha de la voluntad. En lo colectivo, es motor de los procesos de civilización; y en lo individual, de la conquista o reconquista de uno mismo, de la propia dignidad: la búsqueda de acceso al trabajo, al alimento, la educación y la justicia, la higiene, la salud o la paz. Los desplazamientos, hoy más voluminosos que en ningún otro momento de la historia, ponen a prueba la fragilidad de la vida y de la identidad más allá de las fronteras, como un barco de papel que llevase escrita sobre sí su historia personal, sorteando las aguas de la incertidumbre.